Maestro Hoze, el chef que ha revolucionado la escena japonesa en Europa, acaba de recibir su primera estrella Michelin por su barra en Gotemburgo, considerada hoy una de las más influyentes del continente.

Detrás de ese nombre está José Cerdá, hijo de padre mallorquín y madre conquense, nacido en Suecia mientras su padre trabajaba en los cruceros de Stena Line. A los pocos años se trasladaron a Mallorca, donde vivió hasta 1991, cuando la familia regresó definitivamente a Suecia.

Desde niño, Hoze sentía una fascinación especial por los samuráis y su historia —una de sus series favoritas era Shogun 1980—, aunque por entonces ni se imaginaba que acabaría dedicando su vida a la gastronomía japonesa.

Su primera chispa surgió en una clase del colegio, pero fue una experiencia en Mallorca la que terminó de encender la llama: lo llevaron a un restaurante mítico, propiedad de un amigo de la familia, y no le dejaron elegir su pizza. El maestro pizzaiolo decidió por él y preparó la mejor pizza que había probado en su vida. Aquella noche tomó una decisión: quería dedicar su vida a aprender y hacer pizzas.

Se sumergió en libros, técnicas y recetas. Se obsesionó con la pizza napolitana y se matriculó en la escuela culinaria con un único propósito. Pero justo al graduarse, un accidente le destrozó el hombro y le obligó a abandonar ese sueño.

Tiempo después, cuando parecía haber perdido el rumbo, su prima lo llevó a su restaurante de sushi favorito. Mientras comía y observaba el espacio, sintió de nuevo la llamada: allí estaban la precisión, la historia y la emoción que tanto le habían atraído de la pizza. Y en una esquina del local, una armadura samurái le devolvió a los dibujos que adoraba de niño. Supo entonces que el destino le había puesto en el camino correcto.

Desde entonces, no ha parado. Abrió en Gotemburgo su propia barra japonesa, hoy reconocida por la guía Michelin, y se convirtió en uno de los grandes referentes europeos de la cocina nipona.

Ahora, Maestro Hoze se une a KINU como socio y Head Chef con un propósito claro: traer a Sevilla su visión de la cocina japonesa más pura y personal, y conquistar una nueva estrella Michelin desde el sur de Europa. El mismo rigor. La misma devoción. Una nueva etapa.